9.18.2007
Me permito unas pocas palabras –seguramente algunas más- para decir lo que en imagen soy incapaz. Y eso es que es muy poco lo que quita esa sensación eterna de vacío que reina en mi interior. Mi alma no funciona. No lo hizo nunca, no lo hace ahora ni lo hará jamás. Y lo más triste es sentirla: saber que existe y saberla hueca; carente de toda esencia.
Una de esas no menores situaciones que quitan el vacío en mi, es una fotografía que complete. El rompecabezas que me da forma tiene alma, pero es un ente pobre de piezas que regocijen y hagan que la vida sea eso. Esas imágenes no reinan como sí lo hace el vacío. Se produce entonces una guerra interna. Trincheras, frentes de combate que ulceran al mismísimo fatuo ser, aumentan día a día. Cada acción con sus respectivos resultados negativos, cada movimiento e intento frustrado, cada “no” y cada “sí” infame y farsante; no son más que una nueva herida que comienza por doler para luego sangrar y cicatrizar acaso en algún remoto instante.
La sed es de seguridad. El ahogo: la seguridad de la inseguridad.
4 Comments:
Saludos!
La vida es un viva la pepa continuo.
Aprenda de mí.
Sí, cómo no?
Sinceramente cuando escribí esas líneas no me puse en plan intelectual y -mucho menos- filosófico. Fueron solamente palabras que surgieron, a las que ni siquiera traté de cuestionarlas. No suelo hacer eso. Pero fue ese un momento especial en el cual redacté lo que leíste. Igual son demasiadas explicaciones, no creo que busques eso.
Por otro lado, estoy más cerca de responderte "sí" a tu primer duda y "no" a la segunda, con todos sus argumentos; que por éste medio y ahora no vienen al caso... serían largos párrafos que ni sé si los leerás y por ende no sé si estoy dispuesta a escribir.
Gracias por tus votos y tu comentario...
Hasta la próxima.
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